Aislante térmico
La celulosa tiene un coeficiente de conductividad térmica muy bajo (no transmite el calor). Se comporta con total naturalidad como la madera, almacenando el calor y liberándolo gradualmente a lo largo del día; equilibrando las temperaturas máximas y mínimas del día en verano y protegiendo del frío en invierno. Es un potente aislante invernal, posiblemente el mejor aislante estival, ideal para las zonas de clima muy frío.