Alta eficiencia en aislamiento térmico y acústico.
Excelente aislante térmico en verano, ya que tiene la capacidad única de aislantes naturales, de crear una inercia térmica. Es el mejor aislante estival que existe. Es capaz de conservar el frescor de la mañana. Gracias a su capacidad de almacenamiento de calor se puede prescindir de hasta el aire acondicionado.
El aislante con celulosa es un excelente aislante térmico para proteger contra el frío en invierno.
Excelente propiedad absorbente, por lo que se usa como aislante acústico y acondicionador acústico.
El aislante de celulosa es un producto ecológico ya que esta reciclado. Estos aislamientos ecológicos tienen una huella de C02 muy baja.
Regula la humedad. La higroscopia no altera la resistencia térmica, mantiene inalterable sus propiedades aislantes todo el año.
Se puede aplicar a cualquier temperatura ambiente.
No se deteriora en el tiempo.
Evita el anidamiento de roedores o insectos.
Inofensivo.
Posee una densidad promedio mayor a 50 kg/m3
Excelente valor R y altísimos índices NRC y STC acústicos para cualquier conformación.
Sella en un 100% los espacios alrededor de los conductos y cajas de electricidad.
Evita infiltraciones, puentes acústicos y térmicos.
Reduce al mínimo la filtración de aire y forma una barrera térmica altamente eficiente y eficaz.
Se puede aplicar por rociado a cualquier estructura.
Evita el ataque biológico.
Rápida aplicación.
Se pega al sustrato y no se compacta.
El proceso de instalación se comporta como un fluido que rellena todas las cavidades, formando un manto continuo.
Propiedades ignifugas ya que no propaga la llama ni humos tóxicos.
Estructuras de madera o metálicas envueltas en celulosa tienen mayor resistencia al fuego, ya que el fuego tarda mucho tiempo en rebasar la barrera.
Muy resistente a corrientes de aire.
Capacidad antifúngica. La sal de boro añadida a la fibra de celulosa la convierte en un material anti-fúngico e imputrescible, ya que es un repulsivo contra insectos e impide la formación de hongos.
Su mayor ventaja es que se comporta como la madera, equilibrando puntas de temperaturas a la vez que tiene una gran capacidad térmica de almacenamiento, actúa de forma anticíclica durante 8/12 horas, manteniendo asi el fresco matutino en verano durante las tardes. En invierno protege contra el frio de forma similar a como lo hace la madera.